En estos días ha estado en mi cabeza una estrofa o mejor dicho media estrofa de la canción Verano de La Oreja de Van Gohg.
"Y es que, llego tarde como siempre
tarde siempre para mi, "
Y como no sentirme identificada si hasta para mi nacimiento llegué tarde (el médico le dijo a mis padres que yo nacería el 24 de Agosto, y nací el 25 a las 00:20. Sólo 20 minutos tarde, pero que cambio hasta mi cumpleaños). Motivo por el cual mi abuela paterna siempre me llamaba un día antes de mi cumpleaños 😆
Y así siempre he luchado contra el reloj y contra mi tendencia a llegar tarde, a ser como dicen los estudios, optimista, "oh si demás llego, alcanzo a hacer esto", motivo por el cual la mayoría de las veces llego unos minutos después, pero me he dado cuenta que he estado mejorando en este último tiempo, quizás no es estadisticamente significativo, pero ya no llegó tantas veces tarde.
Pero creo que llegué tarde a otros lugares más simbólicos, pero si no sabes que tienes plazo, y no te dicen nada, ¿Cómo iba yo a saber que te estaban probando, esperando? ¿Si nunca me dijiste nada? y ¿si no estaba? si hablábamos, nos juntábamos y nunca insinuaste nada? fue como el que rezaba a Dios que lo salvará del mar y pasó una lancha, un bote, un helicóptero y el los rechazó a todos diciendo "Dios me salvará" así murió, y no reconoció que todo eso se lo había enviado Dios.
Y llegue tarde, 20 días tarde...pero llegué y me la jugué, te lo dije todo, nos dijimos todo, por mi parte no me quede con tantas cosas dentro, ya lo sabes todo, te lo dije todo. No quedó por mí, uno entrega lo que tiene y los otros ven si lo reciben...
Y llegue tarde, 20 días tarde...pero llegué y me la jugué, te lo dije todo, nos dijimos todo, por mi parte no me quede con tantas cosas dentro, ya lo sabes todo, te lo dije todo. No quedó por mí, uno entrega lo que tiene y los otros ven si lo reciben...
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