-hola cómo estás?
-bien te respondo- con un nudo en la garganta y confundida no se bien lo qué pasa si la última vez que hablamos me dijiste que no querías hablar nunca más.
Me dices eso pero qué hace unos días sentías la necesidad de llamarme para saber cómo estoy.
Obvio que respondo que bien, que estoy de vacaciones en pucon, te sorprendes un poco. No puedo decirte que estoy confundida mal que mi compañero de trabajo se siente mal por mi porque en sus palabras me ve sufrir y quiere que me sienta bien, no te puedo decir eso, y la verdad es que no sufro como dijo Alice de "siempre Alice" en su discurso "no sufro, estoy luchando por ser lo que un día fui"
Me cuentas que tienes invitados a conocer tu departamento, como siempre hablo más que tú te despides y me cuelgas....
Lloro... fue como hablar con un fantasma le cuento a pepa me dice abre las cortinas que te quiero mirar, ¿para que? si obvio que lloro... pero pensemos como hombres no lo analicemos no lo pensemos, llamaste solo para saber cómo estaba
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