miércoles, 21 de febrero de 2018

En las nubes

30 de abril 2017, tomamos el tren temprano, tenía que abordar a las 12 el avión a Madrid, los chicos abordaban a las 14:00 pero nos fuimos juntos, llegamos casi justo al aeropuerto de Roma, me fui corriendo la fila para el entregar las maletas, los chicos fueron a ver si ellos podían hacer lo mismo, aún no estaba abierto para que ellos pudieran entregarlas, ellos regresaban a Barcelona yo me iba a Santander. Hice la fila entregue las maletas y me fui a buscar a los chicos, les escribí whatsapp y no los encontré, ya tenía que abordar y me fui a policía internacional. Ya había entrado pasado el pasaje, había pasado policía y la Caro me escribe que están afuera. Le digo a la policia que por favor me deje salir para despedirme y me deja salir por una puerta especial y que le avise para entrar, ya que no podía volver a entrar por la misma puerta. Salgo me despido nos abrazamos y vuelvo entro al avión, ventana, la verdad no me gusta mirar hacia abajo, no me gusta sentarme al lado de la ventana, pero hoy todo da lo mismo, estoy ahí sentada en un avión, al lado un caballero y mis ojos se llenan de lágrimas lloro todo el viaje. Miro hacia afuera las nubes blancas y esponjosas me gusta pero no las disfruto, ese día iba a despertar al lado tuyo nuestro primer día del resto de la vida y estábamos separados por un océano y miles de kilómetros, que vacío que tristeza como me encantaría que estuvieras ahí sentado a mi lado, viajando los dos de nuevo en dirección a Santander. Recuerdas ese aterrizaje donde el avión bajaba e iba directo al mar,  se me sale un  "ostras" recuerdo tu risa en ese momento. Llego a Madrid y llueve, me acuerdo de la canción "en Madrid está lloviendo y todo sigue como siempre, solamente que no estás y el tiempo pasa lentamente, estoy loco porque vuelvas hace tanto que te fuiste, no te irás a enamorar allí, lo prometiste...", píenso " cómo estás? Donde estás? Pero estamos lejos y te extraño, no hay nada que hacer estamos lejos, espero, camino y no estás aquí. Volamos a Santander y ha sido el peor aterrizaje de todos, viento, cambio de presiones, una montaña rusa, me asusto, pero que más da, podría pasar cualquier cosa pero ya nada importa tanto es solo un momento...

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