miércoles, 21 de febrero de 2018

Perdonar es amar...

"Por supuesto que te haré daño. Por supuesto que me harás daño. Por supuesto que nos haremos daño el uno al otro. Pero esa es la condición misma de la existencia. Para llegar a ser primavera, significa aceptar el riesgo del invierno. Para llegar a ser presencia, significa aceptar el riesgo de la ausencia."

"Perdonar setenta veces siete quiere decir siempre, en todas las ocasiones y todas las veces que se nos pida, porque Dios mismo perdona y da una nueva oportunidad siempre. No se trata de esperar que el tiempo nos haga olvidar los malos recuerdos, ni de ignorar a la persona que nos ha hecho daño, haciéndola desaparecer de la memoria. Eso no es perdonar, sino enterrar, y es tener dentro de nosotros una especie de cadáver que ocupa espacio y perturba. Se trata de perdonar, de poder recordar a esa persona con compasión, sin odio ni deseos de venganza."


Reconozco que te hice daño, que me hice daño,  reconozco que me hiciste daño y ahora puedo perdonarme y puedo perdonarte desde el reconocimiento, la aceptación de que nos hicimos daño, desde nuestras imperfecciones, quizás desde nuestra inocencia, o desde nuestra ignorancia (reconozcámoslo no tenemos muchas herramientas emocionales, no sabemos manejar bien las sensaciones y las emociones), nos equivocamos y te perdono por todo, estamos creciendo. Y te pido perdón, porque si hay mucho que perdonar, no me vale tu respuesta "no hay nada que perdonar, tranquila" porque si te dañé, si me dañé si nos herimos , dejo de lado mi culpa la que me llevaba a verte perfecto y a mi totalmente imperfecta y equivocada. Y te reconozco como una persona imperfecta con muchas virtudes pero también con defectos al igual que yo. Desde aquí puedo comenzar de nuevo. Reconociéndonos y aceptándonos y mejorándome (en lo que se pueda) y así puedo amarme y puedo amarte y aceptar la voluntad de Dios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario